Cuéntame de Ti (I)

  

Tengo el gusto de presentar la siguiente carta porque describe extremadamente bien el sufrimiento y el daño que puede causar esta enfermedad en de la vida de quienes la padecen y puede servirle a muchos que sufren este trastorno. Está muy bien redactada y muestra con suma claridad un caso bastante agudo de fobia social y cómo esta persona vive y lucha por sobreponerse. Podría servir como ejemplo a otras personas que buscan orientación o que no logran entender sus propias dificultades.

Pamela:     

 ¡Qué complicado comenzar a contarlo!…

Tengo 38 años, soy periodista y profesora, y actualmente no ejerzo ninguna de mis dos profesiones porque simplemente ¡no puedo! La angustia me supera. Trabajé en un diario de Santiago por tres años, pero era un sufrimiento sin tregua. Bastaba que el editor mencionara mi nombre para sentir ese vuelco en el pecho, mi corazón retumbando en mis oídos, el estómago apretado, todo el cuerpo tenso… Disimulaba mi ansiedad y nunca hice un mal trabajo, al contrario, inclusive me confiaban turnos de edición, pero cada día al salir de casa tenía la secreta esperanza de que algún cataclismo me salvara de ese calvario. Terminaba el día como si un camión me hubiese pasado por encima hasta que ya no pude soportarlo más… Luego estudié pedagogía, porque era lo que tenía más a la mano y lo que mis familiares me podían financiar. Pensé que era un ambiente más controlado, que tendría la oportunidad de planificar, pero tampoco resultó. Tuve un alumno problemático, luego un curso que no quería saber nada conmigo (aparentemente, por mi necesidad de ocultar mi nerviosismo, proyecto la imagen una persona fría y exigente) y mi trabajo terminó siendo otro suplicio…

 Es curioso, porque como explicas en un artículo, este temor y ansiedad no me sucede en todas las situaciones y con todas las personas. Inclusive he hecho teatro y un par de veces fui presentadora en algunos actos en la universidad donde daba clases. Todas las personas que me han visto en esas circunstancias estarían absolutamente asombradas de saber que padezco esto. El punto es que todas esas eran situaciones completamente bajo control, planificadas, sin improvisaciones, sin incertidumbre. Eso es lo que me mata, la incertidumbre. Tener que ser asertiva en el momento, tener que interactuar con alguien sin libreto…

 Creo que en el fondo hay fuertes sentimientos de inferioridad y una férrea autoexigencia. Entonces temo tener que enfrentarme a desconocidos, o a quien ejerce algún cargo jerárquicamente superior al mío, o a quien identifico como de una clase social diversa de la mía (provengo de una familia de muy pocos recursos, pero muy luchadora. Mis abuelos fueron campesinos, apenas sabían leer, pero de sus 16 nietos, 12 somos profesionales. Aunque es un orgullo, no ha dejado de ser difícil. Mis primos son abogados, ingenieros, odontólogos exitosos. Detrás hay una presión familiar importante por lograr éxito material y en este contexto yo no he respondido. Me he convertido en la oveja negra, en el «cacho» de la familia).

Cuando salgo a la calle espero no encontrarme con nadie. Cuando veo a alguien siempre mi primera reacción es cambiar de vereda, aunque sea alguien agradable que me gustaría ver; pero encontrármelo así, de improviso, despierta mis instintos de huída.

También me complico con el teléfono. Por ejemplo, vi en tu página que dabas el tuyo para consultar por el grupo de autoayuda, pero pensar en hablarte se me hizo «cuesta arriba». Tener que llamar a alguien es un martirio, sobre todo si tengo que hacer alguna consulta o reclamo. Lo pospongo, lo pospongo… Estoy todo el día pensando en que tengo que llamar. Mi vida se interrumpe, no puedo hacer ninguna otra cosa hasta que no salga de eso. Ensayo mentalmente lo que voy a decir y trato de anticipar todas las respuestas que puedan darme y me voy poniendo cada vez más nerviosa. La llamada se transforma en un acto colosal y termino buscando excusas para no hacerla…

 No tengo problemas con mis familiares cercanos, ni con mis pares, aunque nunca soy el centro de la fiesta. Nunca me incomodaron particularmente ni mis colegas, ni mis compañeros de clase. Hay un poco de nerviosismo cuando recién los enfrento y no podría llegar atrasada a una primera clase, por ejemplo, pero luego los voy conociendo, sé quién es quién y me relajo. Puedo enfrentar una reunión sin problemas, pero preguntar algo siempre me costó. Tengo que hacer toda una preparación mental para atreverme a levantar la voz y formular una pregunta… y diría que si alguien me observara en esos momentos podría ver cómo vibra la ropa sobre mi pecho con el repiquetear de mi corazón… ¡Imagínate lo que era tener que ir a una conferencia de prensa!

 Lo peor es que mientras todo esto pasa, se me va la vida…

 No sé qué hacer y estoy muy cansada… Me siento en un callejón sin salida. No puedo trabajar en lo que estudié, mi vida está paralizada y me encuentro en bancarrota… Además, me parece que no es justo que mi familia tenga que cargar conmigo cuando soy una mujer inteligente, con bastantes habilidades, con mucha capacidad de trabajo… Les trato de explicar, pero creo que no lo comprenden, deben pensar que es flojera o capricho, que no trabajo porque simplemente no me gusta…

 Tengo mucha rabia y mucha pena de todo lo que habría podido hacer y no haré… Tengo pena de este encierro que me atormenta y de esta misma tristeza que me corroe cada día… Me duele no haber sido capaz de formar una familia, no tener una pareja sintiendo como siento que tengo tanto para entregar!

 Mi autoestima se ha ido deteriorando cada vez más. Me siento inútil, me siento sola, me siento frustrada, desesperanzada…  Siento que una vida así no vale la pena…

Respuesta

 Querida Pamela

Que bueno que me hayas mandado esta carta. Lo que tú narras es un documento clásico de un caso de fobia social. Ahí están contenidos todos los elementos de este trastorno, todas las dificultades de vivir con esta enfermedad y, por sobre todo, describes muy bien la tragedia, la incomprensión y el profundo dolor que causa en quienes la padecen. Lo que más me llama la atención es el grado de sufrimiento que esto te ha causado; la tragedia consiste en que aún así que eres una persona muy inteligente, muy preparada académicamente con opciones evidentes de tener buenos empleos, joven y seguramente muy atractiva, te encuentres sola, incapacitada para trabajar o de hacer cosas importantes con tu vida, sin que las demás personas puedan entender que ocurre o cual es el problema. Por lo que veo ni siquiera tú logras entender del todo como es posible que por un lado exista tanto éxito académico y por otro lado tanto fracaso en tu vida personal; la respuesta es que esa es exactamente como la fobia social ataca y destruye la vida de quienes la padecen. Mi vida es un caso exactamente igual y calcado al tuyo.

 Te comentaré  algunas cosas para ayudarte a entender algunas de las situaciones que me comentas. Entiendo muy bien que no puedas trabajar como periodista o como profesoras porque esas son dos profesiones que requieren de muchas relaciones interpersonales con jefes, equipos de trabajo, coordinación con otras personas o requieren de mucha relación con alumnos, etc, todas aquellas situaciones extremadamente difíciles para personas que padecen fobia social. Es posible que, sin saberlo, hayas escogido las peores carreras, las que más ansiedad pueden producir en una persona que padece este trastorno, al punto, como es el caso tuyo, de no poder ejercerlas. Conozco una persona, de Santiago, que estudió algo relacionado con sistemas de computación y como esa carrera no requiere de mucha interacción con otros para trabajar, aparentemente el es feliz con su trabajo y, más aún, se refiere a él como su “lugar de refugio”. Lo que es exactamente opuesto (por desgracia), al caso tuyo.

El teatro y tus otras actividades donde dices no tener problemas se puede deber en parte a que te gustan mucho y por lo tanto te sientes muy segura realizándolas, lo que tiende a eliminar casi por completo la ansiedad. Pero también se debe a que estas actividades se realizan en “solitario”, es decir, no requieren de la interacción con otros para poder realizarlas ¿logras ver la diferencia? Las mejores carreras para una persona que padece fobia social son aquellas que no requieren de tanta relación o dependencia con otros para realizar el trabajo. Un ejemplo obvio sería trabajar como traductor porque ahí no tendrías problemas con la fs, pero leyes, psicología, pedagogía e incluso periodismo y otras parecidas pueden ser imposibles, como es el caso tuyo..

 Encontrarse con gente conocida o con familiares en forma imprevista en la calle es fatal. Es una situación conocida que produce mucha “reacción fóbica” (ansiedad), y produce una necesidad inmensa de evitar el encuentro cruzando para la vereda del frente o alejándose de alguna manera. A mi me pasa igual y es terrible. Relacionarse con jefes o personas de autoridad también es fatal, produce mucha angustia y no sabes como comportarte delante de ellos, es horrible. Muchas personas tampoco pueden contestar el teléfo, como te ocurre a ti. Varias de las situaciones que me comentas son clásicas de la fobia social, incluso tu vida completa es un ejemplo de una persona que padece este trastorno y yo diría que en tu caso la enfermedad es bastante fuerte o de mucha intensidad.

Veo que estás desesperada, que no sabes que hacer, que ya no soportas vivir con tus problema y que no le ves la salida, al punto que dices claramente que la vida no vale la pena. Si me estas diciendo que has pensado en cosas tontas te entiendo perfectamente porque es sabido que eso le ocurre a muchos que padecen este trastorno. La fobia social es una enfermedad tremendamente invalidante, destruye la vida de quienes la padecen y además se sufre de mucha incomprensión porque el resto de las personas no son capaces de entender cómo opera este trastorno enla vida de las personas afectadas. Simplemente es imposible que logren entender del todo como es vivir con fobia social porque ellos nunca la han padecido. Solamente un fóbico social puede entender a otro y sentirse entendido (si es que la otra persona también tiene fs).

En tu carta dices que debido a tus problemas y sufrimientos la vida no vale la pena. Déjame decirte que hay mucho de lo que te podría comentar respecto a eso. Yo también he vivido con esos mismos pensamientos al punto que se convertían en una obsesión. Ese tipo de pensamiento es muy común en personas afectadas por esta enfermedad, más común de lo que te podrías imaginar (y entendiblemente), pero por el momento no quisiera tocar este tema porque es muy delicado. Aunque en este momento no lo entiendas, sí hay salidas pero se requiere de un vuelco radical el la forma de conceptualizar la vida, de tener una comprensión más acabada y más a fondo de la fobia social y de comprender y aceptar las limitaciones que esta enfermedad produce. Es un proceso largo pero vale la pena. Cuando aprendas un poco más de lo que estoy hablando serás capaz de hacer cosas y de alcanzar logros que en este momento ni siquiera sospechas. Asta, incluso, podrías ser capaz de orientar y de ayudar a otros que la pasan mal igual que tú, tal como lo estoy haciendo yo en este momento; algo que jamás siquiera sospeché que algún día estaría haciendo.

Antes de terminar esta carta, déjame decirte que entiendo absolutamente todo lo que me cuentas, asta con puntos y comas, lo que otra persona no sería capaz de hacer. Siento una gran empatía por ti ya que has sufrido y la has pasado mal igual que yo, lo cual toca nervios muy sensibles en mi interior y si de algún modo pudiera ayudarte lo haría sin pensarlo. Ha sido muy bueno saber de ti, puedes estar segura que ya cuentas con mi apoyo y ayuda a la distancia. Te ruego que me sigas escribiendo para que me cuentes y me pidas mi opinión en tus cosas. Sería una gran oportunidad para mi ofrecerte mi experiencia y conocimientos, aparte de mi apoyo humano, para que salgas adelante con esta enfermedad. Me despido por ahora y te agradezco una vez más tu carta porque me ha reconfortado saber que hay otras personas que sufren igual que yo y porque me dan una oportunidad de ayudarlas, lo cual me ayuda a mi también.

 Saludos y cariños de un amigo que padece exactamente lo mismo que tú!!!

 

 

Segunda carta

 

Raquel:

Perdón por la molestia, su mail estaba en un foro y quería saber su opinión.

he ido al psicólogo por que tenia una ansiedad generalizada a causa de un problema que paso con un vecino un poco antisocial, me dio un ataque de ansiedad y después de ello cada dia me sentía mal , con ansiedad.

hace tiempo que huyo de salir mucho de casa, no me gustan las aglomeraciones por que lo paso mal, me empiezo a poner inquieta y tengo que irme al coche , respirar y en cuanto puedo me voy a casa, esto yo no le he dado importancia hasta que he comprendido que no es normal no querer ir «nunca » a fiestas reuniones etc, solo salgo cuando es estrictamente necesario, menos mal que vivo en el campo, en casa era el único lugar donde me sentía feliz, pero es que ahora me produce momentos de ansiedad , nerviosismo, algo en el estomago y empiezo a comer sin hambre.

la psicóloga me diagnostica depresión y ansiedad y me receta ansiolíticos y antidepresivos(yo los estoy sustituyendo con homeopatía y flores de Bach junto con algunos productos naturales)

yo ahora creo que lo del vecino solo fue un detonante, he estado varios meses tratándome un cáncer de piel con tratamientos alternativos y mucha gente me decía que estaba loca que tenia que quitármelo como decían los médicos tradicionales, yo ni caso a lo mío y la verdad que en 10 meses me lo han curado,¿puede esto haber desencadenado la ansiedad?

desde pequeña mi madre siempre me trato de forma diferente que a mi hermana mayor, también lo hizo con la pequeña, todo su amor era para su hija mayor, y todos los caprichos para ella ¿eso también ha podido influir?

un saludo y espero su respuesta,

Raquel.

 

Respuesta

 

Estimada Raquel:

Por la carta que me mandas me doy cuenta que tu problema de ansiedad es una parte importante de tu vida, puesto que describes que lo pasas mal, que vas al psicólogo, que estás tomando medicinas alternativas para la ansiedad y esas cosas. También me doy cuenta que estás haciendo esfuerzos serios por sobreponerte a estos problemas tan limitantes, como son los trastornos de ansiedad.

 En primer lugar, te quisiera recomendar que consultes a un profesional que pueda diagnosticar exactamente cuál es tu problema: sin un diagnóstico formal, bien realizado, todo es más difícil porque vas a estar perdida por mucho tiempo buscando respuestas, muy probablemente en lugares equivocados. A partir de un diagnóstico puedes estudiar y aprender sobre tu trastorno; en qué consiste, cuáles son las limitaciones reales, qué puedes hacer y qué no. Puedes tomar los medicamentos correctos y en general, si conoces bien la enfermedad, puedes aprender a organizar tu vida alrededor de los síntomas.

 En mi blog de fobia social hay un artículo que se llama: ¡Que terrible!..¿Eso es Fobia Social? Si lo lees con atención, te puedes dar cuenta si lo tuyo va por ahí o no. Tú mencionas que te molestan las muchedumbres y que necesitas volver a tu casa a respirar y tranquilizarte. Bueno, eso no es muy típico de la fobia social, lo que me hace pensar que tu problema de ansiedad sea de otro tipo. Pero de todos modos lee bien el artículo y te darás cuenta que los problemas de ansiedad para un fóbico social consisten en tener que relacionarse cara a cara con otras personas, lo que al parecer no es lo que tú mencionas. Lo que me dices en la carta es un problema serio, pero debes averiguar qué tipo de trastorno de ansiedad es.

Te recomiendo que actúes de la manera más inteligente posible. Que continúes la terapia con tu psiquiatra y que tomes los medicamentos que mencionas en tu carta, hasta que definitivamente puedas comprobar que no son para ti, o que no te ayudan. Pero primero debes darle un buena chance y no descartarlos por motivos equivocados. Puedes tomar medicamentos alternativos junto con los que te recete tu doctor, no tiene porqué ser uno o lo otro. Si tratas todo lo que está a tu alcance: si sigues todas las terapias como corresponde, si tomas todos los medicamentos que te receta tu médico, si continúas asistiendo a terapias sin abandonarlas, y si aún así no logras sanar tu trastorno de ansiedad, al menos estarás tremendamente orgullosa de haberlo intentado. Si abandonas los tratamientos antes de tiempo, o si decides auto medicarte por tu cuenta, sólo habrá pérdidas. Esto que te digo no es un sermón repetido de Internet, es mi propia experiencia de vivir con fobia social. Así que sé de lo que estoy hablando.

En mi experiencia de padecer fobia social, que es una enfermedad terriblemente invalidante, el hecho que más me ha ayudado, fue finalmente haber aceptado esta enfermedad por completo, vale decir, aceptar real y definitivamente que hay muchas cosas que no puedo hacer y que nunca podré hacerlas. Tengo claras las limitaciones que esta enfermedad pone en mi vida y, aunque realmente me amargan la existencia, las acepto y trato de hacer lo que sí puedo, sin mirar para atrás, sin lamentarme, sin rebelarme contra nada. Y déjame decirte que esto sí me ha ayudado mucho. Te lo cuento porque te podría servir a ti también, claro está, si tomas en el sentido correcto lo que te quiero decir: no se trata de aceptar y abandonar la lucha por superarte: se trata de poner a prueba la fantástica magia de aceptar lo que no se puede cambiar.

Para poner en la práctica lo que te estoy diciendo: si no puedes estar en medio de muchedumbres, evítalas hasta donde más puedas. Si no puedes estar en fiestas o reuniones, evítalas hasta donde más puedas, y sé feliz haciendo otras cosas, sin sentir ninguna pérdida, sin recriminarte, sino al contrario, sabiendo que tú diseñas y controlas tu propia vida; sabiendo lo que haces y porqué lo haces, sin darle explicaciones a nadie, ni a ti misma.

Te cuento que me ha reconfortado el responder esta carta. Me ha hecho pensar cómo está el estado actual en mis propias cosas, y mientras escribo no paro de pensar si esto será realmente de ayuda para ti, o es un ejercicio literario vacío. Espero que te ayude, no sólo porque de lo contrario esta carta no tendría sentido, sino porque me ha ayudado a mí también. Te ruego que me cuentes cómo has decidido resolver tus situaciones y me lo hagas saber en un futuro cercano.

 El sitio web del que te comentaba es: https://partenon55.wordpress.com

 Suerte, y me despido por ahora.

Roberto Neumann R.

Tercera carta

Regina…saludos desde Mexico

 Después de leer la información de su blog, estoy  convencida de portar este padecimiento, es mucho sufrimiento, en mi caso, pase 35 años tratando de adaptarme a la enfermedad, huyendo de todo y de todos y sin embargo no podemos huir de nosotros mismos, el  caso es que llegue a la etapa de la aceptación.

He aceptado la enfermedad, estoy  en el proceso de buscar ayuda pero sabe, aquí  en México es muy difícil y costoso tratarse este tipo de padecimientos, creo  que la enfermedad me atrofio demasiado pues desgraciadamente no soy de la estadística de la gente que logro una carrera profesional y mucho menos casarse.

Quiero comentarle que toda la vida me sentí y me siento culpable por padecer esta enfermedad, por no haber logrado muchas cosas que se supone uno debe haber logrado al tener 35. En mi caso una de las razones para buscar ayuda es la presión que hace la sociedad llámese familiares, vecinos, conocidos, la vergüenza que es para la familia cuando preguntan que hay con nuestra vida, ya tiene novio, ya se caso o por lo menos que tenga un hijo para que no se quede sola o porque no tiene amigos, amigas, novio, quiero confesarle que la que mas sufre es mi madre pues le avergüenza tener a una anormal en la familia, son situaciones muy dolorosas para las dos partes ya que en este país siguen siendo tabú las enfermedades mentales.

Me gustaría saber si es parte de la enfermedad sentir culpa, como vivir con ella, en mi caso he aceptado la enfermedad pero no me acepto a mi, siento odio por mi persona, por no lograr muchas cosas por sentir que me perdí de muchas experiencias, por no saber expresar lo que siento, por no saber defender mis puntos de vista con los demás, por ver como mis hermanos mas chicos que yo son mas maduros y están llenos de muchas experiencias buenas y malas y yo me siento en desventaja frente a ellos y frente a los demás, me quede estacionada en la adolescencia y de ahí ya no pase, no madure y creo que mi coeficiente intelectual es el de una niña de 10 años o menos y obviamente eso contribuye a que me hunda mas y mas.

Por lo pronto lo de buscar ayuda va para largo pues en hospitales públicos las citas tardan de 6 meses a mas e integrarme a un grupo para fóbicos es como buscar una aguja en un pajar pues son casi desconocidos aquí.

Usted es un oasis en el camino, estoy empezando a leer su blog, lo felicito por compartir todos sus conocimientos con todos los que necesitamos saber el porque de este asunto, creo que se va a ir al cielo con todo y zapatos, si Dios existe, ojala que le mande muchas bendiciones a usted y su familia por su trabajo.

Le estoy muy agradecida por mandarme su blog, creo que me será de mucha ayuda y utilidad para sobrellevar esta enfermedad, me levanto el animo y las ganas de seguir adelante, le prometo no dejarme vencer hasta lograr encontrar ayuda profesional.

Cambiando totalmente de tema, me encantaron las fotos de su blog, que playas tan hermosas tiene su país.

Muchas gracias otra vez y si no le molesta, sigo en contacto con ud.

 saludos.

 Regina

  Respuesta

 

Querida Regina

Me encantó leer tu carta porque describe con tanta precisión el sufrimiento tan duro y cruel que significa vivir con esta enfermedad. Cada frase que usas es tan acertada y tan representativa de la fobia social que pienso, a diferencia tuya, que debes ser una persona extremadamente inteligente, muy sensible y con una capacidad muy grande para pensar y poner en palabras estos sentimientos. En especial me llama mucho la atención que hayas escrito cosas tan reveladoras y propias de la fobia social como:

“…siento odio por mi persona, por no lograr muchas cosas, por sentir que me perdí de muchas experiencias, por no saber expresar lo que siento, por no saber defender mis puntos de vista con los demás, por ver como mis hermanos mas chicos que yo son mas maduros y están llenos de muchas experiencias, buenas y malas, y yo me siento en desventaja frente a ellos y frente a los demás, me quede estacionada en la adolescencia y de ahí ya no pase, no madure…”

La fobia social no es cuento para niños, es una enfermedad real que limita e invalida en forma severa la vida de quienes la padecen. Todos los problemas que mencionas en tu vida como no haber logrado mucho en el plano escolar, educacional, familiar, sentimental, sentirte menos respecto a tus hermanos por tener una vida sin logros y sentir que eres una vergüenza para tu familia …son precisamente los dolores y las injusticias de vivir con esta enfermedad. Creo que es extremadamente difícil, si no imposible, para una persona común y corriente entender y aceptar que sus limitaciones y sufrimientos en la vida se deben a la enfermedad y no a falta de interés o de motivación por surgir. Y aún así creo que entenderlo no sería suficiente consuelo ni motivo de felicidad.

Quiero comentarte algo y discúlpame por hablar de mi pero viene al caso: yo batallé por muchos años tratando de entender, al igual que tú, por qué era soltero sin haber tenido una relación de amor o por qué no pude sacar un título profesional en la universidad o por qué no tenia amigos, trabajo, éxito y todas esas cosas. Finalmente, cuando supe que tenia fobia social, comencé de a poco a entender que todas estas limitaciones eran el producto de la enfermedad y que esa era la explicación de mis problemas y no otra; de a poco entendí que era una victima más, e inocente,  de este trastorno llamado fobia social. Te comento esto por dos motivos; uno porque recuerdo perfectamente cómo me sentía cuando pensaba como lo haces tu ahora, de modo que te entiendo perfectamente. Y, dos, porque comprender lo que es y cómo funciona esta enfermedad me ayudó finalmente a liberarme de esos pensamientos tan crueles y destructivos como culparme a mí mismo por mis propios problemas.

Te menciono lo anterior porque quiero mostrarte que tú, al igual que yo,  tampoco eres responsable ni has elegido el estilo de vida que llevas, eres otra víctima de esta enfermedad tan cruel e indeseada. Ojalá que entiendas este concepto porque es crítico para comenzar a liberarte de culpas y para terminar con autorecriminaciones. Además, es el camino que te puede llevar finalmente a terminar con tu odio hacia ti misma y para comenzar a quererte y perdonarte por las dificultades que padeces.  También lo necesitas, y te va a servir mucho, para dejar de compararte con tus hermanos y con otras personas “más exitosas”, porque, aunque muchas veces estas comparaciones son inevitables, no hacen más que agregar sufrimiento a una enfermedad que ya es suficientemente triste y dolorosa.

Te quiero decir que me alegra mucho haber recibido tu carta porque hace tiempo que quería escribir algo acerca del sufrimiento que provoca esta enfermedad. Los que la padecemos conocemos, en toda su dimensión e intensidad, cómo se siente quedarse atrás en la vida, no ser capaces de lograr lo que para otros parece tan fácil, no ser capaces de disfrutar las cosas esenciales como la compañía de otros seres humanos, las amistades, el amor, el sentimiento de pertenencia, de logro, de éxito… y tu describes todo eso muy bien. Otra de las razones por las que me gusta tu carta es que es bueno hablar de estos temores, sin miedo y tal como son, porque hay muchas otras personas que padecen lo mismo y se ven obligadas a ocultar su sufrimiento por vergüenza y temor a ser rechazadas. Muchos se imaginan que son los únicos que padecen de esto y piensan que por algún motivo se merecen sus dolores por creer que ellos mismos son poco importantes, inmaduros, irresponsables o por una serie de otras razones, pero siempre culpándose a sí mismos…es para ellos a quienes me gustaría que llegaran estas palabras.

Personalmente siento un compromiso muy fuerte hacia aquellas personas que, como tú, sufren de esta enfermedad en forma tan severa y se ven obligadas a soportarla en silencio, sin saber dónde buscar ayuda. Yo tengo las cosas claras y no me engaño pensando que soy el único que lo pasa mal. Solidarizo con todos aquellos que sufren por causa de este mal y, por lo tanto, quiero atreverme a vencer el miedo de hablar públicamente de esta situación, en vez de ocultarla por vergüenza, y tu me has ayudado un poquito a lograr eso; ojalá esta enfermedad se haga publica algún día y se le dé la importancia y el sitial que le corresponde para terminar con tanto sufrimiento. Te doy las gracias una vez mas por tu carta y por ayudarme a escribir estas líneas, que era algo que quería hacer pero no sabia cómo.

Te mando cariños y todos mis pensamientos a la distancia,

 Roberto.

 

Cuarta carta 

Hola Roberto,

soy Bsky. y hace nada le comente en su blog. Le mando este mail, aunque a decir verdad bastante me costo animarme a hacerlo. Pero creo que sus palabras fueron muy «alentadoras»

 Hace unos minutos y luego tratar de evitar y rechazar de la mejor forma un posible encuentro con una conocida, he caido en la cuenta de que mi miedo principal podría ser el decepcionar a los otros. Que me vean y se decepcionen pues esperaban algo mejor de mí, o que se yo. (Y de la misma forma, temo que me decepcionen)

 En cuanto al mensaje de su blog, creo que señalo que me podría mandar un test de FS, ya que mis sintomás físicos no son demasiados. Ruborización sí, mucho nervio y nauseas tambien principalmente. Y ultimamente me pasa que siento esas nauseas constantemente cuando paso por periodos de ansiedad. En mi pasado me induje vomitos, como metodo para bajar de peso pero lo deje de hacer. Sin embargo, creo que esa «mala costumbre» repercutió en mi, pues como metodo de desahogo, muchas veces recurro a eso, aun sin nada en mi estomago.

 Hasta el año pasado fuí con una psicologa. Ella me menciono que tenia FS, pero digamos que se lo pregunte luego de mucho y ella solo lo «afirmo». Pero no sé, quede con dudas, porque siento que lo mio se va más para el lado del TPE (Me siento demasiado identificada con eso, pero no se quien en Santiago lo trata y de hacerlo me imagino cobraría muchisimo además mis padres a esta altura no se si esten dispuestos a que yo valla a sesión …sí, lo sé, dependo mucho de ellos)

 De las cosas malas que mencione en el mensaje (mala frase la que elegí) pues, el año pasado deje el colegio en 3º medio y decidí dar examenes libres, lo que molesto a mi familia y a la vez, no fue una buena experiencia. Perdí todo un año (aunque lo aprobé) y de verdad no se lo recomendaria a nadie. Tambien primero y segundo, nunca los hice completos. He pasado mi media en por lo menos 6 colegios, lo que les ha hecho perder dinero tambien a mis padres con cambios de uniforme, etc.

 Este año ya en cuarto me esta llendo bien con las notas. En ese sentido, me he puesto las pilas y he tratado de ser responsable. Creo que es lo minimo que debo hacer despues de todo. Pero mi comunicación con mi curso y gente en general es practicamente nula (Y he intentado hablar con ellos y todos, pero no se me da!). Eso a mi familia les molesta muchisimo, (mencione que era hija unica?) porque sé que esperán además que tenga amistades, salga a fiestas y que actue como una joven normal y no como la molesta chica que solo pasa frente al computador, y ahg! sé que aunque me aprecian esa actitud les parece desagradable.

 Es principalmente eso. Gracias por darse el tiempo de leer.

Hasta luego.

 

  Respuesta

 

Hola Bsky,

Recibí tu mail y por lo que me cuentas de ti veo que has tenido problemas de verdad, que seguramente te han hecho pasarla mal. También te quiero comentar que expresas muy bien toda tu problemática, aunque no lo hayas contado todo, me refiero a que tienes una capacidad de plantear cosas con claridad, lo cual habla muy bien de ti. Mira, lo que te comentaba es que me gustaría que tomaras un test para fobia socia, nada más para tener una idea de cual es tu nivel de ansiedad social; te comento que yo acabo de diseñar un test para fobia social y si tu me ayudas también me gustaría mandártelo, pero después del primero. El enlace para el test es el siguiente:  http://www.eutimia.com/tests/spin.htm  Después que lo tomes porfa mándame el puntaje.

 e felicito por haber dejado el hábito de los vómitos y me alegro que no haya pasado a mayores. Como debes saber, eso puede llegar a ser una enfermedad muy seria que en ocasiones termina muy mal. De modo que me alegra que hayas podido salirte de ese problema. Eso dice que tienes la capacidad de sobreponerte a estos problemas tan difíciles, incluyendo a que has sido capaz de ponerte las pilas y mejorar tus notas. Eso dice que vas para arriba en vez de ir hundiéndote cada vez más (aunque sigas recurriendo a los vómitos para desahogarte).

 Te quiero pedir que leas el artículo que se llama ¡Qué horrible!..Esto es Fobia Social? y me digas si te identificas con lo que está ahí o eso no es exactamente tu problema. Ese artículo presenta todos los síntomas de la fs, es bien completo y puede ser de utilidad para que conozcas más acerca de tus dificultades (si son o no fobia social), y luego me lo comentas. Por ejemplo, tus temores de que los demás se puedan decepcionar de ti podría ser una forma de explicarte a ti misma la razón de porqué no te relacionas con gente, pero en realidad la razón real podría ser que tuvieras fobia social (como yo). Bueno Bsky, trata de tomar el test y lee el artículo de mi blog y después comentamos los resultados…¿te parece? Me despido por ahora, te mando montón cariños y un abrazo grande. saludos.

 

Quinta carta

 Marita (Santiago de Chile):

Hola Roberto,

he llegado hasta tu blog consultando otras páginas sobre fobia social. Y me he decidido a escribirte para hacerte una consulta, ya que en todas las página que he leído no he encontrado respuesta.

El tema es que mi novia tiene fobia social, ha estado en tratamiento terapéutico, y trabaja (tiene un puesto de mucha responsabilidad en la empresa) y hace «vida normal» o lo intenta. Tiene sus miedos y siempre se cuestiona porque la gente hace lo que hace, dice lo que dice, y siempre encuentra el modo en que una actitud de alguien le pueda perjudicar a ella directamente. Y al mismo tiempo busca si yo también poseo esa actitud o puedo desarrollar algo parecido y hacerle daño. Hace 3 meses que nos conocemos, y yo no he sabido cómo ayudarla con su fobia en todo este tiempo. Y se cuestiona y me cuestiona y recrimina que yo no he hecho nada, ningún acto para facilitarle las cosas, o para ayudarla. Que no se cubrir sus necesidades / carencias en ese aspecto.

Nunca he conocido a alguien con este problema, y no se en que manera ni a que actos se refiere que yo podría hacer para ayudarla. No se de que manera puedo involucrarme o implicarme con ella para ayudarla. No se como actuar, que acciones emprender. No se si me he explicado muy bien. Estoy muy preocupada por el tema, porque me importa mucho y ella lo está pasando muy mal porque no ve las acciones esperadas en su pareja y yo estoy paralizada sin saber que hacer ni decir, y sobre todo porque me pide actos, que actue y no se como.

Gracias de antemano.

 

                                                                                                                                                             Respuesta

Hola Marita,

 

En relación a tu mail te puedo comentar que ayudar a una persona con fobia social es algo realmente difícil, porque en la mayoría de los casos las personas afectadas no tienen claro como quieren que se los ayuden y los familiares, o personas cercanas, tampoco saben que hacer por ellos; no es que las personas cercanas no quieran ayudarlos, como es el caso tuyo, sino que no saben como. Esto se debe en gran parte a que la fobia social es una enfermedad extremadamente compleja y difícil de entender, incluso para los mismos afectados.

En el caso personal mío, que también padezco de fobia social, la cosa es más fácil porque la ayuda que pido no es más que me dejen vivir tranquilo, sin criticarme ni ponerme exigencias. Gracias a dios tengo una familia que entiende mi problema y me dan el espacio que necesito, lo cual resuelve mi problema. Pero el caso tuyo es diferente porque ustedes son pareja y tienen que lidiar con la enfermedad si quieren seguir juntas, eso lo hace un poco más complejo. De todas maneras pienso que hay muchas cosas que pueden hacer para ayudar la convivencia y tratare de sugerirles algunas pero, como te digo, no es algo fácil y ciertamente no existen formulas de cómo vivir, o ser pareja, con alguien que padece fobia social; cada familia y cada pareja son diferentes y requieren resolverse de forma diferente.

 En primer lugar pienso que si quieren ser pareja el problema lo tienen que asumir las dos por igual, aunque sea tu amiga la que padezca fobia social.  Por un lado tu pareja debe ser capaz de expresarte, en forma clara y precisa, exactamente qué espera de ti y como quiere que la ayudes. Decir que tu “no haces lo suficiente por ella” creo que es injusto porque no hace más que culparte por algo de lo cual no eres responsable. Tu no causaste la enfermedad de ella ni eres responsable de como esta afecta la relación entre ustedes, especialmente si ni siquiera sabes lo que le pasa. Tú solamente eres responsable por cumplir lo que ella te pida en forma específica, y no más que eso. Por ejemplo, si ella te pide no ir a una fiesta determinada, o a un encuentro con amigos después de la oficina, o que la dejes sola y que no le hagas preguntas cuando este deprimida, o que no la critiques, o que no la juzgues por determinadas cosas, etc, entonces sabrás lo que espera de ti y como ayudarla. Lo que no puedes hacer definitivamente porque no funciona, es tratar de adivinar lo que ella necesita. Solamente puedes ayudarla a ella, y a la relación de pareja entre ustedes, en la medida que pueda explicarte en forma clara lo que necesita y espera de ti, en lo que se refiere a su fobia social.

 Por tu parte es necesario que entiendas que los problemas de ella son reales. La fobia social es una enfermedad tremendamente invalidante, que produce mucho sufrimiento y obliga a las personas a aislarse y a evitar todo tipo de situaciones sociales. Por esta razón, lo más probable es que nunca termines de entenderla, de modo que en algún momento tendrás que decidir seguir adelante con la relación consciente de que no es posible resolverlo todo. Lo más probable es que siempre existan problemas relacionados con la fobia social. En todo caso creo que la mejor opción para ustedes es aprender a hablar abiertamente de esta enfermedad para descubrir de qué formas afecta la relación y para encontrar soluciones. Además, a través del diálogo franco y abierto van a poder comprenderse mejor la una a la otra. Evidentemente que esto pasa por la habilidad de ella de saber que pedir y de saber indicar lo que espera de ti, lo cual ya sería un desafío inmenso para ella. También ayudaría mucho que tú te interesaras por aprender acerca de la fobia social con el fin de entenderla mejor y aceptar que ella necesita ayuda y comprensión.

 Espero que esto te sirva y las ayude en algo a seguir adelante con sus relación, por el momento es todo lo que podría aportar porque no soy experto en el tema. Pero si quieres mi opinión nuevamente estere feliz de dártela, solamente tienes que pedírmela. Me despido por ahora y te mando un abrazo y muchos cariños (porfa dime si esto te ayuda en algo).